Cuando no encuentres lo que quieres... ¡hazlo tú mismo!

Hoy os voy a sorprender, porque sí. Porque ya está bien de fieltro, de muñequitas y de broches...

Jejeje que noooo, que ni me he vuelto loca, ni cambio el fieltro ni mis queridas Amaretas, pero os quiero enseñar algo que no tiene nada que ver con todo esto.

Ya sabéis que hace unos días estuve de boda, y que lo pasamos genial, los novios estaban guapísimos y les regalé unos broches personalizados que ya habéis visto.

Pero yo tenía un problema con los complementos. Tengo miles (o casi) de pulseras, anillos, pendientes... pero a la hora de la verdad, no encontraba una pulsera que me gustara y que fuera a juego con los pendientes que me quería poner.

Así que decidí que no me iba a volver loca buscando por las tiendas una pulsera que yo sabía cómo la quería, y que no iba a encontrar tal cual. Me cogí los pendientes y me fui a por materiales.

Y ésta fue la pulsera que me hice.

Los pendientes que tenía preparados para la boda eran de perlas naturales de colores, y yo quería una pulsera elegante pero original, así que lo mejor, era decidir cómo la quería y hacerla.

Elegí una pulsera rígida plateada (después me he enterado que están de moda entre las famosas...), y como colgantes, un cristal facetado, una mariposa de metal en azul eléctrico, una perla natural, y una lágrima en piedra rosa.

Tardé algo menos de 10 minutos en tenerla lista, y justo como yo quería. Estoy súper contenta con mi pulsera nueva, la uso un montón, así que puede que me anime y haga alguna más...

Y a vosotros, ¿os gusta? Podéis contármelo dejando un comentario.

¡Nos vemos en el próximo post!